martes, 4 de junio de 2013

Caracas: nuestra casa grande


¿Qué sienten ustedes cuando van por la calle, caminando o en el carro, y ven a alguien lanzando papeles en la acera? ¿O tirando la colilla del cigarro? ¿O el envoltorio de la hamburguesa, la lata de la que están bebiendo o cualquier otro empaque? A mí, inevitablemente, me viene una pregunta a la mente: ¿esa persona hará eso en su casa? Porque cuesta creer que alguien, por más despreocupado que sea, no mantenga su hogar limpio.